Serán las autonomías las que se encarguen de las ratios de alumnos por clase
La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, cedió a la presión autonómica y ha vuelto a cambiar los criterios para el plan de volver a las clases, modificando el protocolo de prevención e higiene elaborado junto a Salvador Illa, ministro de Sanidad.
El término que utilizó Celaá fue “grupos de convivencia estable” o “grupos burbuja” para aquellos alumnos que volverán a clase en septiembre y sin necesidad de guardar distancia interpersonal ni usar la mascarilla, pero si evitando los contactos con otros grupos. Estas medidas son aconsejables para niños de 1º y 2º de Primaria, con edades comprendidas entre 6 y 7 años, en lugar de hasta 4º de Primaria, como se había propuesto semanas antes.
Otra de las nuevas medidas es que las comunidades autónomas sean flexibles para la ratio de alumnos en cada clase. Al principio se aconsejaba que los grupos tuvieran de 15 a 20 estudiantes, cuando lo normal suelen ser 25. De tal manera que el número de alumnos lo decidirá cada autonomía, siempre y cuando lo autorice la consejería de Sanidad de cada comunidad. Así se explica en la última guía de recomendaciones para el curso que viene.
Según el departamento que dirige la ministra, este documento es la versión definitiva, después de haber contemplado las sugerencias ofrecidas por las diferentes comunidades autónomas. Algunas de estas mostraron reticencias sobre la posibilidad de cumplir con las ratios de estudiantes que planteaba el Ministerio de Educación, ya que esto obligaba a la contratación de más profesores, o incluso de disponer de espacios más grandes. Además de la tecnología y la preparación del profesorado.
El 11 de junio se presentó el borrador a las diferentes comunidades autónomas, aunque muchas de ellas se mostraron muy críticas con estas medidas, una de ellas, Madrid. Enrique Ossorio, el consejero de Educación ya mostró su descontento, asegurando que un máximo de 20 alumnos por clase “es letal” para la vuelta al colegio. Es más, el consejero aseguró que, visto desde el punto epidemiológico las medidas pueden ser correctas, “no son compatibles con la vida normal de un centro, al que se le haya ocurrido esto es que no sabe cómo funciona un centro”.
El documento elaborado y aprobado por Sanidad y educación prevé que los alumnos que no estarán en los “grupos burbuja” lleven mascarilla e intenten mantener la distancia de seguridad de por lo menos 1,5 metros. La medida será obligatoria también para el transporte escolar a partir de los 6 años.