Los maestros de Catalunya creen que para mejorar la escuela no hace falta reforzar la disciplina o el nivel de exigencia, sino desarrollar innovación. Es lo que surge desde el primer Edubarómetro de Catalunya, una encuesta gestionada por la fundación Jaume Bofill y que entrevistó a 3.123 profesores sobre la situación actual del mundo educativo catalán.
Los resultados del Edubarómetro describen sobre todo el deseo de los profesores de utilizar métodos innovadores de enseñanza. Por ejemplo, el 51,1% subraya la necesidad de implicar más activamente el alumnado y el 45% de reforzar la colaboración entre los profesores.
Sin embargo, según el 52,8% de los entrevistados, los docentes, aunque quieran cambiar las cosas y mejorar sus propios centros, no tienen bastante tiempo para hacerlo. Esto, junto con la falta de recursos económicos, se considera el mayor obstáculo para llevar a cabo mejoras.
Además, hay que subrayar la diferencia de innovación entre los tres tipos niveles educativos españoles: la que más innova es la educación infantil (54%), seguida por la educación primaria (50,9%); mientras la educación secundaria es la que aún resiste más a ella. Solo el 36% de los institutos secundarios han empezado a usar nuevas metodologías de enseñanza.