Las comunidades distribuyeron material tecnológico para continuar con las clases online durante el confinamiento
El 31 de enero de 2020, España confirmó su primer caso positivo de la COVID-19 en La Gomera, Islas Canarias. Luego, se fue extendiendo por todo el territorio nacional: Cataluña, Castilla y León, la Comunitat Valenciana, Andalucía… Dejando alrededor de 250.000 casos confirmados. Esto llevó a que el Gobierno de Pedro Sánchez declarara el 14 de marzo de 2020 el estado de alarma en todo el país. Esto provocó que se cerraran colegios, institutos y universidades. Tanto alumnos como profesores han tenido que adaptarse para impartir clases online. En Educación Press hemos preguntado a todos los gobiernos autonómicos algunas cuestiones sobre la gestión de la educación en medio de una pandemia. No todos nos han contestado. En este artículo recopilamos las respuestas de Galicia, Baleares y Extremadura.
Galicia tomó la decisión de suspender las clases presenciales incluso antes de la declaración del estado de alarma por parte del Gobierno central. “Lo anunciamos el día 12 de marzo”, señala la consejera de Educación, Carmen Pomar Tojo. En Extremadura, una vez que tuvieron conocimiento de la declaración del estado de alarma, el viernes 13 de marzo, “se remitió a los centros una instrucción en la que se anunciaba que a partir del lunes, día 16, los centros permanecerían cerrados y las clases serían a distancia”, afirma la consejera de Educación de Extremadura, Esther Gutiérrez, quien ha preferido no contestar a las preguntas de este digital y remitir a una nota de prensa de la junta de Extremadura.
Las tres comunidades valoran el esfuerzo de los equipos directivos de los centros, el profesorado, las familias y el alumnado. El consejero de Educación de las Islas Baleares, Martí Xavier March i Cerdà, opina que debemos de estar muy orgullosos de la implicación de todos y conseguir que el impacto de una situación de confinamiento como la que hemos vivido tuviese el menor coste posible para los alumnos. Las tres comunidades han tenido que aumentar las herramientas tecnológicas sobre todo a los más necesitados.
Galicia habilitó la plataforma de videoconferencia (que permite interactuar con el alumnado en tiempo real), se abrieron los contenidos del E-Dixgal a los centros que no forman parte del proyecto, se activaron videos tutoriales y bloques educativos en la TVG (Televisión Pública), entre otros. La consejera de Educación de Galicia destaca las inversiones que realizaron para reducir la brecha digital. “El 99% de los hogares gallegos entre 3 y 16 años tienen contratado un servicio a internet”, continúa la consejera. Galicia repartió kits informáticos (un total de 2.750) compuestos por portátiles y conexión gratuita a internet para las familias que lo precisaran, que fueron identificadas a través de los equipos directivos de los centros.
Extremadura también proporcionó material tecnológico. “Se triplicó la infraestructura de telecomunicaciones que da soporte a las herramientas educativas no presenciales y se preparó un equipo técnico para empezar a atender a los docentes y resolver las dudas”, destaca Gutiérrez. “El conjunto de plataformas y herramientas TIC educativas de las que dispone Extremadura ya estaban a la disposición del país, porque ha sido una apuesta de inversión durante años y esto ha sido esencial estos días”, ha reconocido Gutiérrez. La Consejería ha adquirido 1.150 dispositivos electrónicos nuevos y ha repartido otros 14.000 equipos, que estaban en los centros educativos, a las familias más vulnerables para que sus hijos pudieran seguir el proceso con normalidad.
Otro tema que han mencionado Extremadura y Galicia es acerca del comedor escolar del que hacían uso muchos alumnos. Pomar subraya que “habilitamos bolsas de ayuda dirigidas a aquellos niños y niñas que durante el curso tienen beca de comedor gratuito o pagan 1 euro al día por menú”. De este modo, la Conselleria les abonó el precio del menú todos los días lectivos mientras estaban suspendidas las clases presenciales, lo que supone un desembolso de tres millones de euros para unos 30.000 alumnos de 22.500 familias de segundo ciclo de Educación Infantil, Primaria y ESO.
Y por otro lado, Extremadura utilizó el servicio de comedor para llevar la comida hasta las casas de las familias más necesitadas. “Tengo que agradecer públicamente la colaboración de la gran parte de los ayuntamientos de Extremadura, que están haciendo posible el reparto en estas condiciones tan difíciles desde el día 3 de abril, incluida la Semana Santa”, ha reconocido la consejera.
Las comunidades analizaron las deficiencias que se encontraron durante la pandemia. “La experiencia que hemos vivido nos ha servido para valorar la importancia de la Estrategia Digital”, según la consejera gallega. Esta continúa insistiendo en que no sirve de nada disponer de las herramientas necesarias si carecemos de los conocimientos para poder utilizarlas. La consejera pide al Ministerio de Educación una solución para acabar con la brecha digital en la población escolar de Galicia porque “en el ámbito rural gallego no todos disponen de internet de alta velocidad”.
No solo ha sido Galicia la que ha visto la brecha digital como un aspecto a mejorar. Baleares considera que la vía tecnológica ha llegado para quedarse y debe convertirse en un complemento habitual de la enseñanza. Además, añade: “la presencialidad es imprescindible para garantizar una educación de calidad y equidad”.
Los diferentes consejeros de Educación también han hablado de cómo se presenta el curso 2020-2021. En Galicia la norma sobre medidas de prevención sanitaria que se “debe adoptar” en los centros educativos es el Real Decreto-ley 21/2020. Galicia ha solicitado al Gobierno central que se tengan en cuenta las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud al establecer protocolos de medidas de prevención sanitaria para el comienzo del nuevo curso escolar.
“Debemos tener en cuenta la salud mental y el bienestar emocional del alumnado que ha tenido que afrontar una situación excepcional”, asegura Pomar. En Galicia se ha constituido el Comité de Expertos para el Cuidado del Bienestar de la Comunidad Educativa. Un grupo de trabajo integrado por especialistas -en la atención a la diversidad y en la orientación educativa- para elaborar una estrategia con la que afrontar el próximo curso desde el ámbito de la salud emocional, teniendo en cuenta la situación de crisis derivada de la pandemia.” El objetivo es dotar de recursos a los docentes para favorecer la estabilidad emocional del alumnado, así como su adaptación a las nuevas situaciones provocadas por la pandemia. La iniciativa busca hacer partícipes de forma voluntaria a las familias”.
El conseller de Baleares afirma que no será un curso normal. “El hecho de que aún no se cuente con una vacuna para la COVID-19 va a marcar el inicio de las clases. Nos vemos obligados a afrontar el retorno a la actividad presencial de manera generalizada con las condiciones sanitarias correspondientes además de reorganizar los centros, elaborar un plan de digitalización, modificar los currículums y adaptar los servicios complementarios.