Más de cincuenta entidades, asociaciones, movimientos cívicos y personalidades internacionales se reunieron en Valencia para firmar una declaración contra la violencia y el fanatismo.
Valencia hizo historia el pasado miércoles 26 de abril, cuando más de cincuenta asociaciones, entidades, movimientos, y representantes de distintas creencias de todo el mundo, se dieron cita en la capital del Turia, a propósito de constituirse el «Foro de Valencia por la Paz», con la firma de la declaración por el encuentro y el diálogo internacional entre las diferentes culturas.
A dicho evento acudieron personalidades de distintas comunidades internacionales, cívicas y religiosas. El ágora escogido fue el Palacio de Colomina de la Universidad Ceu Cardenal Herrera, institución que albergó la exposición artística «Secretos», del pintor e intelectual Antonio Camaró durante todo el mes de abril, la cual no pudo tener mejor cierre que con la firma de la Declaración de Valencia por la Paz, debido al conocido compromiso que mantiene el artista con la no violencia, después de haber sido reconocido por la Unesco como el “Pintor de la paz y la concordia”.
El “Foro de Valencia por la Paz” es un movimiento cívico que, según el documento fundacional, «no representa a ningún Estado, gobierno, ni partido político». Estará promovido por un amplio y diverso conjunto de movimientos, asociaciones y comunidades que abogan por la defensa de la libertad y la palabra, como vehículo para alcanzar la concordia, mediante el diálogo y excluyendo toda corriente que suscite la violencia y el odio.
El objetivo con el que comienza su andadura es convertir a Valencia en la capital mundial de la paz, con el propósito de efectuar una aportación para cerrar el conflicto bélico que haya podido suscitar el fanatismo e instrumentalización política de lo religioso entre las culturas judía e islámica.
A partir de este primer paso, este ágora alberga la voluntad de constituirse en una plataforma cívica internacional, que ha de convertir a Valencia en el punto de encuentro y expansión de la convivencia mundial frente a cualquier otro tipo de conflictos de idéntica índole, y ayudar a terminar con el cese de toda hostilidad absurda e infecunda para, a través del diálogo y el debate, buscar el consenso y la paz tan deseada por cualquier hombre de buena voluntad en tantas partes del mundo.