A partir del próximo curso 2025-2026, el alumnado de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) recibirá formación específica sobre cómo actuar ante catástrofes y cómo prestar apoyo psicológico básico a víctimas. Así lo ha aprobado el Gobierno tras la propuesta del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, que ha dado luz verde a la actualización de los contenidos mínimos de la ESO, incorporando por primera vez herramientas para que los jóvenes sepan actuar ante situaciones de emergencia.
Esta medida responde a la necesidad de dotar a la población más joven de conocimientos básicos para afrontar escenarios críticos como inundaciones, terremotos o incendios, además de ofrecer recursos para acompañar emocionalmente a las personas afectadas en esos contextos. Entre los nuevos contenidos se abordarán aspectos como el manejo del estrés, las estrategias de primer apoyo emocional, la identificación de necesidades inmediatas de las víctimas y la correcta utilización de los recursos públicos disponibles.
Con esta actualización, el Ejecutivo pretende fortalecer la educación en prevención y gestión de riesgos, no solo desde el punto de vista físico, sino también desde una perspectiva emocional y comunitaria, reforzando la educación en valores y la responsabilidad social.
Además, la iniciativa se inspira en situaciones vividas recientemente en distintas partes de España, como las devastadoras consecuencias de la DANA o los incendios forestales, que han evidenciado la importancia de que toda la ciudadanía, incluidas las generaciones más jóvenes, esté preparada para actuar de forma solidaria y eficaz ante emergencias.
Según explican desde el Ministerio, se tratará de una formación transversal que se integrará en distintas materias, adaptada a la edad del alumnado y combinando teoría con dinámicas prácticas. Así, los estudiantes no solo aprenderán a proteger su propia seguridad, sino también a ser agentes activos de ayuda en situaciones críticas, contribuyendo al bienestar colectivo.
Esta incorporación se suma a la línea de trabajo del Gobierno para reforzar los contenidos socioemocionales en la educación obligatoria, conscientes del impacto psicológico que pueden tener las catástrofes, especialmente en menores. Por ello, los centros educativos contarán con guías y materiales específicos para desarrollar estas competencias y contarán con formación para el profesorado.
Con esta medida, España se sitúa a la vanguardia en la inclusión de la gestión emocional ante emergencias dentro del currículo escolar, apostando por una educación que no solo forme en conocimientos académicos, sino que prepare para la vida real y sus desafíos.
