Uno de cada tres educando padecen acoso escolar a nivel mundial. El ciberacoso también va en ascenso. Cifras en adolescencia las más alarmantes.
Actualmente, la violencia escolar y el acoso son una de las razones que mayores preocupaciones generan a nivel mundial. De hecho, se calcula que al menos uno de cada tres educandos sufre acoso escolar en todo el mundo.
El creciente uso de dispositivos digitales ha exacerbado el ciberacoso. En 2019, al menos el 10% de los educandos de entre 8 y 10 años y el 20% de los alumnos de entre 12 y 14 años había sufrido ciberacoso. La violencia en la escuela puede dejar secuelas duraderas en la seguridad, la salud física y mental y los rendimientos escolares de los educandos.
En estos momentos, la Cátedra de la UNESCO para la locha contra el Acoso en la Escuela y el el Ciberespacio, en colaboración con el Foro Mundial contra el Acoso Escolar, ha dirigido un grupo de trabajo internacional para crear una definición más holística e inclusiva del acoso en la escuela, contribuyendo así a la labor de la UNESCO de fomento de entornos de aprendizaje seguros, que aborda muchas formas diferentes de violencia.
¿Realmente se conoce o desconoce la definición de acoso escolar?
Hasta la actualidad, la gran mayoría de las instituciones o programas que trabajan directamente contra el acoso escolar, definían al acoso como un “comportamiento agresivo y no deseado que se repite e implica un desequilibrio de poder o fuerza”. Aunque esta definición fue innovadora en su momento e impulsó el trabajo de investigadores, responsables políticos, docentes y otros, la evolución de las perspectivas ha permitido una mejor comprensión del acoso.
Las investigaciones muestran que los avances en la reducción del acoso en la escuela han sido lentos, con solo una disminución del 19 % en su perpetración y del 15 % en las tasas de alumnos que sufren acoso. Esto significa que debemos replantear nuestra comprensión y enfoques sobre el acoso, especialmente en nuestro mundo cada vez más complejo, donde el acoso en persona y en línea se entrelaza con problemas personales y sociales.
Desde la perspectiva de James O’Higgins Norman
James O’Higgins Norman, es el encargado de la Catedra que se encarga de mirar el acoso escolar a nivel mundial. Por ello, ha respondido a distintas interrogantes planteadas sobre este problema que, en caso de reducirse, pareciera ir en ascenso en algunos países.
A continuación, presentamos algunas de ellas:
¿Cómo está revisando la definición de acoso escolar?
En calidad de titular de la Cátedra UNESCO, mi papel consiste en facilitar la investigación y el diálogo interdisciplinarios, y trabajar para lograr un enfoque más holístico del acoso escolar. Nuestra recomendación de un “enfoque escolar integral” para abordar el acoso reconoce las dimensiones individuales, contextuales y sociales.
Con el apoyo de la UNESCO y del Foro Mundial contra el Acoso Escolar, dirigí el grupo de trabajo para revisar la definición de acoso escolar y consulté a académicos, responsables políticos y profesionales de todo el mundo. Recogimos las opiniones de un grupo diverso y llevamos a cabo amplias consultas. Este grupo de trabajo se puso en marcha a raíz de las recomendaciones de un Comité Científico sobre la prevención y el tratamiento del acoso escolar y el ciberacoso, convocado por la UNESCO y el Ministerio de Educación, Juventud y Deporte de Francia.
¿Qué significa una nueva definición para los responsables políticos y los profesionales de la educación, la comunidad del sector educativo y los educandos?
La definición propuesta promueve un enfoque holístico e inclusivo para hacer frente al acoso y la violencia en las escuelas y en los espacios en línea.
La elaboración de una definición más inclusiva tiene el potencial de derribar las barreras entre las diferentes disciplinas y las profesiones, fomentando la cooperación entre los sectores y entre académicos, responsables políticos, docentes y alumnos. Proporciona una base sólida para comprender mejor el acoso, especialmente en lo que respecta a los más marginados por su apariencia, etnia, género, clase social o sexualidad, entre otros. El acoso es un problema complejo vinculado con factores individuales, contextuales y estructurales, por lo que la colaboración es esencial.
Juntos, podemos profundizar en nuestra comprensión de este fenómeno y hacer frente no sólo a los comportamientos, sino también los sistemas e ideologías subyacentes que sustentan el acoso.
¿Cuál es su visión de esta definición mejorada del acoso escolar?
Mi visión está en consonancia con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 de las Naciones Unidas, relativo a la educación, en el sentido de que nuestro trabajo sobre el acoso escolar, y todas las demás formas de violencia escolar, tiene por objeto garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y la promoción de oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida para todos.
¿Qué mensaje daría a docentes y educandos?
A los docentes y al personal escolar les diría que no acepten el acoso como algo normal. Creen un entorno seguro en las aulas estableciendo expectativas claras en materia de amabilidad y respeto, permanezcan atento a los signos de acoso, manténganse informados sobre las estrategias de prevención eficaces e intervengan rápidamente en caso de incidente. Apliquen medidas sólidas contra el acoso. Bajo la idea de un enfoque de “educación integral”, colaboren con los colegas y padres, incorporen al plan de estudios contenidos sobre empatía y lucha contra el acoso, y utilicen métodos de aprendizaje colaborativo.
A los alumnos les digo que denuncien los casos de acoso, sepan reconocerlos y reaccionen ante él, e inciten a los testigos para que intervengan. Tienen el poder de acabar con el acoso.
Nueva definición y próximas etapas
Durante el Foro Mundial contra el Acoso Escolar celebrado en octubre de 2023 el grupo de trabajo presentó su propuesta de definición revisada de acoso escolar. La definición propuesta dice así:
El acoso escolar es un proceso social perjudicial que se caracteriza por un desequilibrio de poder impulsado por normas sociales (de la sociedad) e institucionales. A menudo se repite y se manifiesta como un comportamiento interpersonal no deseado entre los estudiantes o el personal de la escuela que causa daño físico, social y emocional a los individuos o grupos objetivo, y a la comunidad escolar en general.
Esta nueva definición inclusiva del acoso escolar fue muy bien acogida por los delegados del Foro. La Cátedra UNESCO y el Foro Mundial contra el Acoso Escolar esperan que esta definición revisada contribuya a abrir un nuevo capítulo en el debate global sobre la naturaleza y las respuestas al acoso escolar y al ciberacoso.
Para la UNESCO, la nueva definición de acoso escolar refleja nuestro enfoque y nuestro trabajo para garantizar que las escuelas sean entornos de aprendizaje seguros y propicios. Esto significa que, para poner fin a todas las formas de violencia escolar, incluido el acoso, debemos entender que estos comportamientos no se producen de forma aislada, que hay diferentes factores que impulsan la violencia y que es necesario un enfoque de «educación integral».