Un estudio reciente realizado por el Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) y el Instituto de Salud Global (ISGlobal) ha revelado que el consumo regular de nueces podría beneficiar significativamente el desarrollo cognitivo en adolescentes.
Las nueces son conocidas por su alto contenido en ácido graso alfa-linolénico (ALA), un tipo de omega-3 esencial para el desarrollo del cerebro. Según el estudio, consumir nueces de manera regular durante la adolescencia podría aumentar la capacidad de atención y contribuir a la maduración psicológica.
«La adolescencia es un momento de grandes cambios biológicos. El consumo regular de nueces, ricas en ALA, podría ayudar a fortalecer las neuronas y a estimular el crecimiento sináptico del lóbulo frontal, responsable de las capacidades emocionales y cognitivas más complejas», explicó Jordi Julvez, investigador principal del estudio.
En la investigación, se involucraron a 700 estudiantes de entre 11 y 16 años de 12 institutos de Barcelona. Fueron divididos en dos grupos: uno de control, sin intervención alguna, y otro experimental, al que se les proporcionó 30 gramos de nueces peladas diariamente durante un período de 6 meses.
Los resultados mostraron que los adolescentes que consumieron nueces al menos 100 días durante este período experimentaron una mejora notable en su capacidad de atención. Aquellos con síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) también demostraron una mejora significativa en su comportamiento.
Además, el estudio encontró un aumento en las capacidades relacionadas con la inteligencia fluida, una habilidad cognitiva que no depende del aprendizaje y que es inherente al estado biológico de la persona.
Estos hallazgos enfatizan la importancia de una dieta saludable en el desarrollo cognitivo y psicológico durante la adolescencia. «Si los adolescentes siguieran estas recomendaciones, verían mejoras sustanciales en sus capacidades cognitivas, lo que les ayudaría a enfrentar los desafíos de la adolescencia y la transición a la adultez», afirmó Ariadna Pinar, primera autora del artículo.
Este equipo de investigación tiene previsto realizar un nuevo estudio para determinar si el consumo de nueces y otros frutos secos durante el embarazo puede influir en el desarrollo cognitivo y la maduración psicológica de los niños. Este nuevo estudio podría ofrecer más pruebas de que una alimentación saludable desde la infancia y incluso desde el vientre materno puede potenciar el desarrollo cognitivo.