Mientras que España presumía de ser un país avanzado en educación sexual, la realidad es que la pornografía y la violencia sube cada vez más
Actualmente, España está estancada en un grave atolladero en cuanto al tema de la educación sexual. Con el paso de los años, pareciera que no solo hay más problemas de violencia y pornografía, sino que no se están implementando métodos correctos para trabajar de mejor forma la educación sexual.
María Lameiras Fernández, experta en sexualidad y género de la Universidad de Vigo, realizó estudios sistemáticos para evaluar la eficacia que presentan los programas de educación sexual en la escuela a nivel mundial.
Desde su punto de vista, el primer problema que ha encontrado su estudio, es el hecho de que las familias y los docentes tienen falta de formación en esta área. Además, es una materia que no en todos los casos es obligatoria en el currículum.
Sí la encargada de generar libros como de ‘El clítoris y sus secretos’, ‘Abusos sexuales en la infancia’ y coautora del reciente libro de divulgación ‘’El cuerpo del delito considera que “Estamos estancados en una situación en la que las consecuencias son cada vez más graves si no hacemos nada”, es porque el problema es mucho más grave de lo que se piensa.
¿Cuáles son los números y los delitos contra la libertad sexual en España?
Actualmente, el Ministerio del Interior presentó el 15 de diciembre un Informe sobre delitos contra la libertad sexual en España. En él, se encuentran datos de más de mil menores entre 14 y 17 años que fueron detenidos o investigados por delitos sexuales cometidos en el 2022, un número que es un 18% más alto que en el año anterior.
Además, los adolescentes que no han alcanzado la mayoría de edad cometieron el 10,6 % de las violaciones denunciadas.
No se sabe distinguir entre violencia sexual y erotismo
Desde el punto de vista de la catedrática, la pornografía se está convirtiendo, poco a poco, en el principal motor de desinformación sexual que hay en el mundo. Mientras que antes la desinformación sexual venía desde el punto de vista de la moralización sexual, hoy en día proviene de la pornografía.
Los jóvenes creen que la sexualidad es violencia contra las mujeres
María Lameiras Fernández asegura que “Los jóvenes están aprendiendo a través del porno que la sexualidad es violencia contra las mujeres; se está erotizando la violencia y, cuanto más consumen, la excitación se vincula a un mayor nivel violencia”.
Esto sucede porque es lo que se encuentra viendo en las redes sociales y también a través del internet. A esto, hay que sumarle que cada vez hay más adolescentes imputados por violencia sexual y de género contra mujeres y menores. El problema es que hay más agresores y más violencia.
En España, la educación sexual más extendida sigue priorizando el modelo biologicista de prevención de riesgos sobre el modelo integral deseable, y muchas comunidades autónomas -que tienen transferida la competencia de educación- no implementan ningún programa de forma rigurosa en sus centros educativos.
“Algunas comunidades autónomas están haciendo un mayor esfuerzo, pero en general no se aplican de forma sistemática ni desde programas de educación sexual integral, no se forma al colectivo de docentes ni tampoco se evalúan sus resultados, que es imprescindible para retroalimentar las intervenciones”, explica la catedrática.
No hay leyes concretas, aunque sí están los planes
Lameiras considera que pese al hecho de que España tiene las herramientas para darle la vuelta a esta situación, el hecho de que la materia no sea obligatoria dentro del currículo escolar, puede aumentar exponencialmente el problema.
En la última ley educativa aprobada en España, no se aprobó una ley donde esta sea tratada como tal, sino en las manos de profesionales o voluntarios que no se encuentran capacitados. Esto ocurre, a criterio de la experta, por “el miedo al rechazo de las familias a que se implemente la educación sexual en las escuelas, uno de los principales obstáculos para su incorporación”.
La solución a futuro con la educación sexual
La experta asegura que, para mejorar la educación sexual, se debe tener en cuenta que no es cualquier cosa, además de que se debe estar bien formado, tal cual como si fuera otra materia en particular. Hay que saber como cambiar actitudes e incorporar conocimientos que repercutan en las conductas de los jóvenes, para que, de esta manera, entreguen una sexualidad de igualdad y libre de violencia.