En 2024, la tasa de abandono escolar temprano en España alcanzó un mínimo histórico del 13%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta cifra representa una disminución de 0,7 puntos porcentuales respecto al año anterior y una reducción de 8,9 puntos en la última década, cuando el índice se situaba en el 21,9%.
El abandono escolar temprano se define como el porcentaje de jóvenes entre 18 y 24 años que no han completado la educación secundaria superior y no continúan ningún tipo de formación. La reducción de esta tasa es un objetivo clave para mejorar la cualificación de la población joven y su inserción en el mercado laboral.
A pesar de esta tendencia positiva, persisten diferencias significativas entre comunidades autónomas. Por ejemplo, la Región de Murcia registró una tasa del 18,2% en 2024, aunque esto supone una mejora respecto a años anteriores. Por otro lado, comunidades como Castilla y León mantienen tasas más bajas, en torno al 9,9
Además, se observa una brecha de género en el abandono escolar. En 2024, el 15,8% de los hombres abandonaron prematuramente sus estudios, frente al 10% de las mujeres. Esta diferencia de 5,8 puntos porcentuales refleja una tendencia constante en la última década.
La disminución del abandono escolar temprano se atribuye a diversas políticas educativas y programas de apoyo implementados en los últimos años. Sin embargo, expertos señalan la necesidad de continuar trabajando para reducir las disparidades regionales y de género, y para asegurar que todos los jóvenes completen al menos la educación secundaria superior.
El objetivo de la Unión Europea es reducir la tasa de abandono escolar temprano por debajo del 10%. España ha logrado acercarse a esta meta, pero aún queda trabajo por hacer para alcanzarla y garantizar una educación de calidad para todos.