Valencia, Alicante y Castellón pierde el 14% de unidades concertadas para el primer curso de Bachillerato. FP gana 5 aulas concertadas y Educación Infantil y Primaria 25.
Así lo ha decidido la Conselleria de Educación que se reunió el pasado martes con las patronales de la enseñanza concertada para anunciar que el número de aulas pasará de 437 este curso, a 406 para el siguiente que da comienzo en septiembre. Esta medida, denominada “arreglo escolar”, supone la eliminación de hasta 31 aulas, 20 de las cuales afectan a centros educativos de Valencia, 10 de Alicante y una en Castellón.
Esta reducción de aulas podría incluso suponer la desaparición de los convenios concertados en el caso de algunos centros cuyos conciertos sean de antes de 1985. Tanto la reducción de aulas como la eliminación de conciertos afectarán a las escuelas que no cumplan algunas condiciones exigidas por la Conselleria de Educación y que son necesarias para obtener la renovación de cara al próximo curso 2017/2018.
Así pues, a parte de los conciertos establecidos antes de 1985, también se exige a estos centros que no sean cooperativas, que cuenten con programas de innovación pedagógica y que escolaricen al alumnado de la zona en la que residen, así como a la población desfavorecida. Unas exigencias ya conocidas por Escuelas Católicas y Feceval y que la Conselleria anunció durante esta semana a las patronales de enseñanza concertada y que han traído consecuencias para distintos centros de la Comunidad Valenciana.
31 centros pierden el concierto
Los centros que no han cumplido con los criterios establecidos y que pierden el concierto son, siete para Valencia, entre los que se encuentran El Vedat, Domus, Guadalaviar, Esclavas, L’Armelar y La Purísima, en Alicante afecta al colegio Altozano y Aitana, entre otros, mientras que en Castellón pierde el concierto de Bachillerato el centro Mater Dei. El resto de escuelas afectadas no pierden el convenio concertado pero sí han visto reducidas sus aulas. Este arreglo escolar no afectará al alumnado que esté cursando actualmente Bachillerato en los centros que ven reducido su concierto, garantizando así la continuidad de sus estudios en el mismo lugar y con las mismas condiciones en que empezaron a cursarlo.
Esta medida se pone en marcha, según fuentes de la conselleria, “para revertir la masificación de aulas y garantizar los espacios de refuerzo y apoyo de diferentes áreas de conocimiento en institutos públicos”. Desde las patronales hacen hincapié en la demanda social que reciben, la cual no se ha tenido en cuenta a la hora de hacer este ajuste, “han hecho un trabajo serio de valoración ante el que creo que no cabrá recurso posible. Pero seguimos diciendo que diferimos de los criterios aplicados” explica José Manuel Boquet, de Feceval, cuyas palabras coinciden con las de Vicenta Rodríguez, presidenta de Escuelas Católicas, que argumenta que “todas las unidades suprimidas tienen demanda y nos hubiera gustado que no se suprimieran”. A pesar de esta demanda, Rodríguez destaca la actitud de escucha y diálogo por parte de la Conselleria y asegura que desde la administración han tenido en cuenta sus propuestas y se han interesado por el caso particular de cada centro.
Ahora se abre un plazo de reclamaciones para que cada centro pueda valorar los criterios de su concierto y así detectar errores para trasladar a la Conselleria. Después tocará el turno de comunicar a los padres la decisión y los ajustes en las aulas, los cuáles pueden verse en la situación de que sus hijos tengan que competir por una plaza, o en el caso contrario, asumir el coste que supone que estos estudios dejen de subvencionarse.
FP, Infantil y Primaria
Bachillerato pierde unidades concertadas mientras que la Formación Profesional Básica y los Ciclos Formativos aumentas sus aulas que pasan de 629 a 634 para el próximo curso, un total de cinco unidades concertadas más que el curso presente. Al mismo tiempo, los centros concertados de Educación Infantil y de Primaria también aumentan sus aulas en este sentido, con 25 unidades educativas más divididas en doce para Valencia, siete para Alicante y seis en Castellón.
Este ajuste también prevé un aumento en el cuerpo de maestros, con un millar más de docentes. El conseller de Educación, Vicent Marzà, asegura que la medida se ha tomado “para asegurar que haya menos alumnos por aula y más profesorado en todos los centros sostenidos con fondos públicos” y añade que esto supondrá una mejor atención al alumno y una calidad educativa superior para los estudiantes.