La supresión de conciertos en la etapa postobligatoria de Bachillerato fue el último paso dado por la Conselleria de Educación para tratar de revertir el empuje que en su día le dio el PP a la enseñanza concertada, y que tanto ha criticado la izquierda. Si bien la eliminación de unidades no se hizo de manera generalizada -aunque en algunos casos ha acabado en los tribunales-, la Conselleria sigue apretando las tuercas a la concertada en el caso de Primaria o Secundaria, pero no tanto en Bachillerato.
Según ha publicado el Diari Oficial de la Generalitat, varios son los municipios en los que la Conselleria ha endurecido la ratio mínima para optar al concierto de las unidades de etapas obligatorias. En concreto, afecta especialmente a las capitales de Valencia y Alicante. En la capital valenciana, por ejemplo, si en 2017 la Conselleria de Educación exigía una “relación media alumnado/profesorado mínima por unidad escolar” de 19 y 24 alumnos en Primaria y ESO, respectivamente, en la nueva resolución estas cifras ascienden a 20 y 25. En Alicante, se pasa en la ESO de 26 a 27, quedando igual en Primaria (21). En Castellón no hay variaciones.
La ratio mínima para concertar difiere, por tanto, según el municipio. Fuentes de la Conselleria de Educación explicaron que la cifra se calcula cada año “telemáticamente a partir del padrón, y bajando en dos puntos respecto de la ratio de los públicos”. Conselleria remite al decreto de conciertos publicado en 2017, al tiempo que insiste en que “no se miran los centros concertados, sino los públicos, y después se baja dos puntos tal y como marca la normativa”.
No obstante, la valoración que hace la Conselleria es que “las ratios han bajado en general”, lo cual se explica también por “la progresiva bajada de natalidad”. Y, al descender en la pública, consecuentemente lo hacen también en la concertada.
Es lo que se observa sobre todo en la etapa postobligatoria de Bachillerato. En Valencia, la ratio mínima para concertar la segunda unidad baja de 31 a 26. En Alicante, de 29 a 27.