La portavoz del Gobierno y ministra de Educación y Formación Profesional,Isabel Celaá, ha manifestado este sábado en Salamanca que la reforma educativa en la que trabaja el Ejecutivo «garantiza la enseñanza, el aprendizaje, tanto oral como escrito, de la lengua castellana, que es la lengua oficial en todo el estado y la garantiza en todo el territorio nacional».
Durante un encuentro con los medios de comunicación en Salamanca, antes de participar en la Escuela de Gobierno del PSCyL, Celaá ha remarcado que la propuesta es «absolutamente constitucional» y que «se reserva más del 55 por ciento de todo, en el reparto de todas las materias, también de la lengua castellana».
No obstante, en respuesta a esas críticas del Consejo Escolar del Estado, ha apuntado que el informe de este organismo todavía no les ha llegado y que cuando así sea, cree que será la próxima semana, el Ministerio estudiará las propuestas e incorporará al texto las que sean «pertinentes».
La máxima responsable educativa ha reconocido que la reforma está «en fase de consultas», tras una fase de encuentro con «todos los colectivos», y que «todavía no ha comenzado una negociación profunda». «Hay que seguir hablando», ha añadido.
Sobre la «derogación de la LOMCE» en la que trabaja, Celaá ha indicado que no se promueve desde el Gobierno por una actitud de «ser iconoclasta» ni «por ir en contra de una ley» del anterior Ejecutivo, sino porque ha tenido «efectos muy desagradables y, desde luego, muy vulneradores de la igualdad de oportunidades».
La reforma Wert, un injerto
Respecto a esto mismo, ya en el tiempo de su intervención en la Escuela de Gobierno del PSCyL celebrada en Salamanca, la ministra ha calificado la anterior reforma promovida por el entonces ministro José Ignacio Wert como un «injerto» que ha querido «considerar la educación una mercancía» y «conducir a los alumnos a la nada».
También, ha indicado que desde el PP hacían referencia al «esfuerzo» para promover sus cambios pero que ese esfuerzo no ha llegado desde el «sistema», y «del alumno tampoco». En cambio, sí que ha tratado de «deslindar las élites para que sigan siéndolo», ha añadido.