Los padres suponen el 80% del problema de la violencia en el fútbol.
Hace unos días se hizo viral un video en el que aparecían varios padres enzarzándose en una brutal pelea durante un partido de fútbol en el que los jugadores eran niños de entre 12 y 13 años. Dicho suceso ocurrió en Mallorca, una batalla campal entre padres de las agrupaciones infantiles de Collarense y Alaró que a consecuencia de los hechos , el Comité de Competición de la Federación de Fútbol de les Illes Balears dejará fuera de juego a ambos equipos clausurando sus campos de fútbol y sancionando a tres personas.
Esta escena se repite continuamente, los padres en la grada se convierten en entrenadores sin siquiera tener ni idea de lo que esto significa. Entrenarse significa esfuerzo, el esfuerzo lleva a la recompensa pero cada vez más el campo se convierte en violencia, se convierte en campo de batalla. No, no es un hecho aislado. Padres que acechan desde fuera del campo, un peligro para los árbitros, un peligro para los otros padres, un ejemplo de cómo no educar a un niño que, como una esponja, imita a sus progenitores. En lo que va de año se cuentan por docenas estos actos violentos, “los padres son el 80% del problema de la violencia en el fútbol de formación”, según el Sindicato de Árbitros, que añade que son 50 agresiones físicas las que sufren los colegiados cada fin de semana.
Violencia lleva a más violencia. Y los padres deben dar ejemplo, según Miguel Hernández, coordinador de la Escuela de Fútbol AFE, que insiste en que hay que incidir en la formación académica a través de la práctica del fútbol y conseguir que se respeten los valores del mismo. De esta manera son cada vez más los clubes que toman medidas sancionadoras que, como no, en la mayoría de los casos perjudican a los niños a los que se les priva de jugar a su deporte favorito, y no afectan a los padres, protagonistas de estos infortunios desenlaces violentos.
Manual para padres: deportes y valores
Ante tal panorama actual y con la preocupación de que el fútbol a esas edades se desvíe de su propósito que es educar, inculcar valores y respeto, la Fundación Mutua en colaboración con la Fundación Deporte Joven del Consejo Superior de Deportes, han presentado un manual para padres y su actitud frente al deporte, un texto escrito por Guillermo Calvo y David García, entrenadores de baloncesto y especialistas en infancia y juventud. El volumen que consta de 100 páginas, llamado “Manual para padres: deportes y valores. Cómo sacar al deporte el máximo partido en la educación de tus hijos” destaca que el deporte es más que una actividad física, es equilibrio, es inteligencia, es crecimiento. Parece que en la actualidad el fútbol solo mueve dinero y violencia pero no podemos ignorar que los que más lo practican son niños y jóvenes.
No se debe confundir pasión con violencia. En esta línea, lo que el manual pretende es servir de guía para aquellos padres y madres que dejan de ser apoyo para convertirse en presión. “Fomentar el buen entendimiento de los padres con el resto de agentes implicados en el deporte (entrenadores, árbitros, otros padres…) para lograr que la experiencia deportiva de los hijos sea mucho más enriquecedora” reza esta guía, que se puede descargar íntegramente en la web Fundación Mutua. La esencia de todo esto es no olvidar que a esas edades los niños solo quieren disfrutar y además, disfrutan aprendiendo a ser solidarios, a esforzarse, a jugar limpio, a ser generosos… Unos valores implícitos en el fútbol, más enriquecedores que tanta violencia.