Cada vez más profesores incorporan el método de la gamificación en las aulas para enseñar a sus alumnos cuestiones relevantes de materias como matemáticas, geografía o historia.
La gamificación, o el aprendizaje a través de los videojuegos, es una tendencia que cotiza al alza en las escuelas de todo el mundo. Quién iba a decir qué este asunto, que en su día generó debate en torno al desarrollo evolutivo de los más pequeños, se tornaría en un juego serio. Si cierto es que, siempre ha habido y habrán juegos que combinan la didáctica y lo lúdico, hoy en día puede llegar a ser una tarea más para clase, como si las sumas o restas en matemáticas o el sujeto y predicado en lengua castellana. La gamificación es una realidad en las aulas.
Pero, ¿qué es la gamificación? Se trata de una mecánica más del proceso de enseñanza en la que mediante el uso de juegos y aplicaciones se potencia la motivación, la concentración, el esfuerzo y otros valores considerados de gran importancia para el niño en edad escolar. Nueva y poderosa estrategia, eso es lo que dicen de este fenómeno de la gamificación. ¿Otras ventajas? Suponen una actividad divertida, que también potencia el trabajo en grupo, mejora las relaciones y las habilidades tecnológicas.
Al margen del desarrollo de estas actitudes y valores tan positivas para el alumnado, está demostrado que con estas nuevas metodologías del juego es como mejor aprende el ser humano. Como ejemplo, distintos estudios científicos han demostrado que las clases magistrales logran calar en un 10% de tasa de recuerdo a las 72 horas, pero pasado el año, los alumnos no recuerdan la lección.
Sin embargo, esa misma tasa de recuerdo aumenta si en lugar de una clase magistral se muestra al alumno una serie de fotografías. Pongamos que el profesor enseña al conjunto de la clase un total de 2.500 fotografías, pasadas las 72 horas el alumno recordaría el 90% de las mismas frente al 10% de tasa de recuerdo de la clase magistral. Aún más: al cabo del año el estudiante recordaría el 60% de las fotografías. La clave es convertirse en sujeto activo, alumno implicado y aplicado.
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo” (Benjamin Franklin). Y en esta última es donde entra en juego la gamificación. Desde entonces no han dejado de surgir juegos con firme propósito educativo.
Recursos para los alumnos
–Minecraft: Éste es uno de los más conocidos y muy utilizado por los docentes por su carácter didáctico ya que sirve para enseñar gran variedad de temas. Minecraft es un juego que promueve la creatividad, la colaboración y la resolución de problemas, por eso resulta ser tan óptimo y eficaz incorporarlo a las clases.
–The Hero Plan: Dirigido a alumnos de Bachillerato, Formación Profesional y para universitarios por la temática que encierra, se trata de crear empresas sobre un juego de tablero, muchos de sus jugadores aseguran que es potencialmente adictivo.
–Lure of labyrinth: Perfecto para reforzar las matemáticas. Cuenta con una gran cantidad de rompecabezas en los que hay que resolver operaciones matemáticas para encontrar a una mascota perdida y salvar al mundo de los monstruos que van apareciendo a lo largo del juego.
–ClassDojo: Videojuego asentado en valores por el que el profesor puede puntuar positiva o negativamente a sus alumnos. Dicho juego consiste en crear una comunidad y vínculo entre los alumnos y el profesor. ¿Que un alumno tímido levanta la mano para preguntar una duda? Pues se le premia con un punto positivo. Además cada estudiante puede publicar fotografías y vídeos en sus propias carpetas.
–Duolingo: Aprender idiomas de manera divertida e interactiva, con esta aplicación puedes aprender progresivamente hasta ocho idiomas distintos.
–Zombie-Based Learning: Para superar las pruebas de este juego los alumnos tendrán que tener amplios conocimientos en geografía, aunque si no los tienen es una buena forma de aprender.
–SimCityEDU: Seis misiones a resolver, un juego que trata sobre la contaminación y el medio ambiente, promueve valores de solidaridad, compromiso y responsabilidad con la naturaleza y nuestro ecosistema.
–Otros juegos útiles a la hora de aprender lecciones en clase son, por ejemplo, Kahoot! un cuestionario en el que los alumnos deben responder preguntas de distintas materias. Classcraft, fomenta la cooperación y participación. O Chem Caper, perfecto para aprender química de forma divertida.
La gamificación se está convirtiendo cada vez más en un recurso muy útil que los profesores incorporan en el aula como herramienta de apoyo para enseñar a sus alumnos. Esta tendencia está generando muy buenos resultados en términos de promover valores, de cooperación y responsabilidad. Sin olvidar también que los videojuegos están muy vinculados con las nuevas tecnologías lo que potencia también el refuerzo y el desarrollo de habilidades digitales.