El cierre de los colegios provoca que las niñas sean vulnerables al matrimonio infantil
Alba Ruiz. València, 5 de agosto de 2020.
La UNESCO estima que 23.8 millones de alumnos (desde preescolar hasta la educación superior) podrían abandonar o no tener acceso a la escuela en 2020 debido al impacto económico de la pandemia, que obligó a cerrar escuelas en todo el mundo. Estos datos se encuentran en el informe Education in the time of COVID-19 and beyond. Además, los cierres de escuelas provocan que las niñas y mujeres jóvenes sean más vulnerables al matrimonio infantil, el embarazo temprano y la violencia de género, lo que disminuiría su probabilidad de continuar su educación. Un artículo reciente de The Economist cita casos en los que después de bloqueos y cuarentenas, las jóvenes se ven obligadas a contraer matrimonios o quedar embarazadas.
PROPUESTAS PARA DISMINUIR EL ABANDONO ESCOLAR
En el informe citado anteriormente se hace un llamamiento a la acción en cuatro ámbitos principales: Primero, reabrir las escuelas. Una vez que la transmisión local de la Covid-19 esté controlada, la acción consistirá en devolver a los alumnos a la escuela de forma segura. Después, habrá que dar prioridad a la educación en las decisiones de financiación. “Los presupuestos para educación se deben proteger y aumentar”, aseguran en el informe Education in the time of COVID-19 and beyond.
A continuación, Las iniciativas de educación deben procurar llegar a aquellos que corren mayor riesgo de que se los deje atrás: las personas en situaciones de emergencia y de crisis, los grupos minoritarios de todo tipo, las personas desplazadas y aquellas con discapacidades. Y por último, construir hoy el futuro de la educación. Para lograrlo, “necesitamos invertir en la alfabetización y la infraestructura digitales”, escriben en el documento.
ALUMNOS AFECTADOS POR LA PANDEMIA
A pesar de la inscripción casi universal en los primeros grados en la mayoría de los países, un número extraordinario de niños – más de 250 millones – estaban fuera de la escuela, y casi 800 millones de adultos eran analfabetos. Además, incluso para aquellos en la escuela, aprender estaba lejos de estar garantizado. Se estima que el 56% de los niños en edad escolar primaria en todo el mundo carecen de habilidades básicas de lectura. Desde el punto de vista financiero, el desafío ya era desalentador antes de la Covid-19.
La pandemia ha causado la mayor interrupción de la educación en la historia, ya que ha tenido un impacto casi universal en estudiantes y profesores de todo el mundo, desde escuelas preescolares, secundarias, técnicas y educación y formación profesional, universidades, aprendizaje de adultos y establecimientos de desarrollo de habilidades. A mediados de abril de 2020, el 94% de los alumnos de todo el mundo fueron afectados por la pandemia, representando 1,58 mil millones de niños y jóvenes, desde preescolar hasta educación superior, en 200 países.
El documento, Education in the time of COVID-19 and beyond, se presentó como una campaña plural coordinada por 10 organizaciones, entre ellas la UNESCO. El periódico EuropaPress explica que la agrupación se ha propuesto “sensibilizar” acerca de la situación de emergencia que atraviesa la educación en el mundo e intentar que se “aumenten” las inversiones en el sector para construir “mejores sistemas educativos, más inclusivos y resistentes, de cara al futuro.