Parte de las cosas de Rosa Novell, fallecida hace casi dos años, reposaban ayer sobre una larga mesa en los archivos del Centro de Documentación y Museo de las Artes Escénicas (MAE) del Institut del Teatre (IT), en una planta sótano del edificio en Montjuïc. Viejas fotografías y carteles, programas de mano, cuadernos con anotaciones, guiones sobrescritos, entradas de teatro, recibos y albaranes de las giras, los premios recibidos, la carta astral de la actriz… Todo ello, en total 36 cajas de archivo, 23 carteles y 6 objetos (premios), ha sido legado gratuitamente y de manera indefinida por la familia para que se preserve y entre a formar parte de la memoria institucional del teatro catalán.
El acto de donación fue oficializado con una firma poco antes de la visita a los archivos para ver el material. Los presentes hablaban animadamente, quizá más alto de lo necesario, y con cierta alegría impostada, pero flotaba en el aire una indefinible sensación de melancolía. Y era imposible escapar a la impresión de pérdida irreparable, injusta, que provocaban esos testimonios de la vida de Rosa Novell, una mujer tan vital y apasionada, arrancada en la flor de la vida y del oficio, cuando le quedaba tanto por delante.
Queco Novell, hermano de la actriz, lo expresó de una manera más destemplada de lo que pretendía al preguntársele allí abajo, en ese depósito con aire de morgue, si a la artista le hubiera hecho ilusión la donación. “Lo que le haría más ilusión es no haber llegado aquí y que este acto no se hubiera hecho nunca”, espetó. Vista la sorpresa que provocó el comentario, que subrayaba la terrible evidencia de que todas esas cosas estaban ahí porque Rosa Novell había muerto, añadió con amabilidad: “Sí, le habría gustado, tenía una relación intensa con el Institut del Teatre, el antiguo, en el que estudió”.
Documentos de toda una vida
Entre el abundantísimo material del fondo Rosa Novell figuran:
Escritos de la actriz sobre Beckett
Diapositivas de su gato Félix
Creu de Sant Jordi (2007)
Cuadernos manuscritos de todos sus montajes
Apoyo a Pasqual Maragall en anuncio de prensa (1997)
Recortes de prensa de L’última trobada, su última actuación
“Lo guardaba todo”, comentó Queco Novell, que dijo que la familia no dudó en que el sitio para depositar la nutrida documentación era el IT. A la pregunta de si descubrió algo en esas cosas respondió que lo que más le llamó la atención fue que la actriz reescribía a mano todo el texto de las obras que hacía, seguramente para memorizarlas mejor: cada montaje tiene su libreta correspondiente.
El acto de donación, al que no asistió la última pareja de la actriz, Eduardo Mendoza, que se encuentra en Londres, incluyó la firma por parte de la presidenta de la Diputación y del IT, Mercè Conesa, y de Queco Novell, en nombre de la familia, que utilizó un bolígrafo que había pertenecido a su hermana. “Es tan bestia la cantidad de material profesional que tenía en casa que resultaba una pena guardarlo en un trastero; aquí todo el mundo lo podrá consultar”, explicó Novell.
Las circunstancias hicieron que en el acto de ayer, al que asistieron la hermana de Queco y Rosa, Eulàlia, y el marido de ésta, coincidieran viejos colegas de oficio de la Novell como el escenógrafo Ramon Ivars, profesor del IT, y el actor Juanjo Puigcorbé a la sazón reconvertido en concejal de ERC y delegado de Cultura de la Diputación de Barcelona. Ambos se emocionaron al brotar de los archivadores rojos con las cosas de la actriz recuerdos que los incluían, como el programa de El príncep d’Homburg de Von Kleist (en el 81 en el Grec y en el 82 en el Romea), con escenografía de Ivars y en el que Puigcorbé interpretaba al protagonista. Ivars anunció que relagará al IT dos vestidos que usó la Novell en otros montajes.
El cartel de Les troianes, recuerdos (guion, fotos, dosier) del Hamlet de Enric Majó en el que Rosa era Ofelia, un puñado de fotos de la Novell como la Winnie de Oh!, els bons dies, de Beckett / Sanchis Sinisterra (1984)… la lista de las cosas de la actriz que ahora podrán consultarse es extensísima y está llena de recuerdos.
Entre los papeles personales figura la carta astral de Rosa Novell, una géminis con una notable conjunción de Marte y Plutón que no sorprenderá a los que la conocían. “Voluntad de metamorfosis, predisposición al capricho y la extravagancia, fantasía dinámica, gran inteligencia y vitalidad”, señala el documento que recuerda que Rosa nació el 20 de junio de 1952 “bajo un cielo sombrío lleno de nubes barridas por el viento”.