Los expertos trabajan sobre la hipótesis de que emergerán sedimentos de la riada que arrasó Valencia en el año 1088, una de las más catastróficas de las que se conocen
Los trabajos arqueológicos previos a la restauración de la muralla, han hecho aflorar los primeros fragmentos de cerámica taifa del siglo XI, así como restos arquitectónicos de los edificios que se construyeron en el espacio que dejó la muralla tras su derribo en el siglo XIX, como son: pavimentos, pilares o muros. El área que ocupa hoy el IVAM comenzó a urbanizarse con edificios residenciales a partir de 1870, tras el derribo paulatino de la muralla y sus elementos anexos, como el foso y las rondas de paso.
Actualmente, son los restos de los edificios del siglo XIX los que han emergido en la futura rampa de acceso de la sala Pinazo del IVAM, confirmando que las construcciones conformaban una manzana que se cerraba por la actual calle de Na Jordana.. El trabajo que se ha realizado arrojará luz sobre la muralla defensiva de Valencia, un elemento que persiste tanto en la memoria colectiva como en el subsuelo de la ciudad.
Tras estos hallazgos, se pueden confirmar los contextos históricos, completar investigaciones historiográficas y profundizar en el conocimiento de las prácticas constructivas empleadas durante el primer gótico civil valenciano. El proyecto incluye actuaciones de conservación preventiva y de restauración, así como mejorar las condiciones expositivas. Todo ello, necesitará una inversion estimada en 593.484,17 euros y un plazo de ejecución de 6 meses.