Billy, Amanda y Carlos, de 5, 10 y 12 años, viven con menos de un euro diario y no van a la escuela. La ONG World Vision presenta una lista con los diez niños más pobres del mundo.
La revista Forbes publica cada año los nombres de los multimillonarios más ricos del mundo. Paralelamente, World Vision, la ONG internacional de ayuda a niños en riesgo de exclusión o de pobreza, ha difundido los nombres y rostros de los diez niños y niñas más pobres del mundo, esta lista lleva por título “Pobres: la lista de la que todos quieren salir” y da voz y rostro a un grupo de niños que luchan por cumplir su sueño de un futuro mejor.
Que la revista Forbes muestre en una publicación anual la lista donde se enumeran las personalidades con más millones en el banco pone en evidencia la desigualdad económica y la injusticia social que rodea a este, nuestro mundo, en el que uno de cada cuatro niños vive bajo el umbral de la pobreza y uno de cada cinco no tiene acceso a la educación primaria.
Las cifras son preocupantes tal y como refleja el Informe del Estado Mundial de la Infancia 2016 de Unicef, cerca de 124 millones de niños y adolescentes quedan privados de oportunidades de ingresar en la escuela y finalizar su educación. Casi 70 millones de niñas y niños podrían morir antes de cumplir los cinco años, el porcentaje aumenta si viven en África subsahariana, lugar en el que el riesgo de morir antes de los cinco años es doce veces mayor que en los países de altos ingresos. Y cerca de 750 millones de mujeres habrán contraído matrimonio siendo niñas aún. De seguir así, para el año 2030, un total de 167 millones de niños vivirán en la pobreza.
Sobreviviendo con un euro diario
Ahora bien, todos conocemos o nos suenan los nombres de Bill Gates, Amancio Ortega o Carlos Silm por sus bolsillos llenos de dinero. Pero, ¿quién conoce a Billy Pérez, Amanda Ngwenya o Carlos Balcázar? No tienen los bolsillos llenos de dinero, pero sí de sueños.
Billy tiene cinco años y vive en Guatemala, “Mis padres son agricultores, si este año no llueve no habrá consechas y por tanto no tendremos qué comer”. Amanda vive en Zimbawe, tiene diez años y por supuesto no va a la escuela, pero sueña con poder estudiar y trabajar cuando sea mayor: “Mis padres no tienen trabajo, cada día luchan por conseguir un empleo y ofrecerme un futuro mejor”. Carlos, de doce años, vive en Bolivia con su familia, su padre perdió el empleo hace un año y desde entonces todos trabajan en el huerto familiar para conseguir algo de dinero. Todos estos niños tienen en común que viven con menos de un euro diario, que no van a la escuela y que se merecen la oportunidad de formarse y elegir qué hacer con sus vidas.
Billy, Amanda y Carlos, ellos son tres de los diez niños que encabezan la lista de los más pobres del mundo, junto a Jeferson, Marcos, Charles, Laura, David, Michael y Warahamatu, niños y niñas de entre cinco a catorce años que viven en distintas partes de Latinoamérica y África. World Vision lleva a cabo esta iniciativa que tiene como objetivo visibilizar la situación que viven y que lleva implícita la obligación moral que todos tenemos de ayudarles y ofrecerles un futuro mejor.