Decía Borges que “el tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río”. En esa corriente interminable de historias que nos rodean, hay quienes han encontrado en la narración un refugio, una herramienta y, en el caso del canal de YouTube “Vivir de los cuentos”, una misión. En un mundo donde el ruido digital ahoga las palabras con prisas y superficialidad, este espacio se erige como un faro que ilumina la esencia de la literatura, el cine, la educación y la investigación, recordándonos que somos, ante todo, seres de historias.
Los cuentos han sido desde siempre el hilo que teje nuestra percepción del mundo. Desde los mitos ancestrales que explicaban el origen del universo hasta los relatos de ciencia ficción que nos proyectan hacia el futuro, narrar es nuestra manera de ordenar el caos. “Vivir de los cuentos” se inscribe en esa tradición, recuperando la magia de la narración y el análisis para ofrecernos un viaje a través de los relatos que nos han dado forma.
En este canal, cada video es una invitación a mirar más allá de la superficie. A través de análisis detallados, su creador nos guía por senderos literarios y cinematográficos que, como las buenas historias, no solo entretienen, sino que revelan verdades profundas sobre la naturaleza humana. Desde la poesía melancólica de Gustavo Adolfo Bécquer, donde el amor y la muerte bailan en una danza perpetua, hasta la exploración de los pícaros con buena fortuna en el cine estadounidense, arquetipos que nos enseñan que la astucia y la suerte pueden más que la virtud, cada contenido nos abre una nueva ventana a la interpretación.
El conocimiento como narrativa
Pero el canal no se detiene en la contemplación pasiva. Así como los cuentos nos han servido para comprender el mundo, también pueden ser herramientas para transformarlo. En su faceta educativa, “Vivir de los cuentos” se convierte en un aliado del aprendizaje, brindando recursos prácticos que facilitan la adquisición de conocimientos. Un ejemplo claro es el tutorial sobre cómo crear y analizar una escala Likert en Google Forms, una herramienta indispensable para quienes buscan dotar de rigor a sus investigaciones.
Esta apuesta por la educación no solo busca formar académicos, sino narradores de su propio destino. Porque cada aprendizaje, cada nuevo conocimiento, es un capítulo más en la historia de quien lo adquiere.
Nadie cuenta una historia para sí mismo. Toda narración es un acto de comunión, un puente tendido entre quien la teje y quien la escucha. Consciente de esto, “Vivir de los cuentos” ha construido una red que trasciende YouTube y se expande a través de su blog en Blogger y sus redes en Instagram y Facebook. Allí, la conversación continúa, los relatos se entrelazan y la comunidad crece con cada nueva voz que se suma.
Como en los antiguos foros donde los filósofos discutían sobre el sentido de la vida, este canal se convierte en un ágora virtual donde las palabras encuentran eco y las ideas se multiplican. Su compromiso con la investigación y la divulgación lo ha llevado a conectar a su audiencia con plataformas como Dialnet, ORCID, ResearchGate y Academia.edu, abriendo puertas a un conocimiento más profundo y accesible.
Al cerrar un libro, al terminar una película o al llegar al último minuto de un video de “Vivir de los cuentos”, siempre queda la sensación de que la historia no termina del todo. Como los grandes relatos que dejan un espacio para la reflexión, este canal nos recuerda que cada historia es solo un capítulo dentro de una narrativa más grande: la nuestra.
En un mundo que parece devorar el tiempo con voracidad, detenerse a escuchar, analizar y contar historias se convierte en un acto de resistencia. En este rincón digital, donde cada video es una puerta a una nueva interpretación, queda clara una verdad inmutable: las historias no solo nos cuentan, sino que nos construyen. Y en ese camino, “Vivir de los cuentos” es una brújula, una antorcha encendida, una voz que nos recuerda que, al final del día, todos somos personajes de un relato en constante escritura.