Un equipo conjunto de investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) y la Universidad de Granada (UGR) ha diseñado un nuevo sistema de bajo coste que detecta síntomas fatiga y situaciones de distracción de los conductores que podría ayudar a prevenir y evitar posibles accidentes en carretera.
El sistema consta de diversos sensores que monitorizan diferentes parámetros físicos del conductor y su posición al volante. A partir de los datos obtenidos, es capaz de generar una serie de señales acústicas si detecta algún riesgo, con el fin de alertar al conductor y evitar accidentes.
Amplia variedad de síntomas de la fatiga
Tal y como explican los investigadores, la fatiga presenta una amplia variedad de síntomas -visión borrosa y aumento del índice de parpadeo, ansiedad y cambios en el comportamiento del conductor, incremento del número de movimientos para acomodarse en el asiento.- y aumenta el tiempo de reacción del conductor ante una determinada situación peligrosa en la carretera.
Por esta razón, indica Jaime Lloret, investigador del Instituto de Investigación para la Gestión Integrada de Zonas Costeras (IGIC) en el campus de Gandia UPV, «es importante contar con sistemas capaces de detectar estos síntomas para ayudar a aumentar la seguridad del conductor. Ahora bien, la mayoría de las soluciones actuales se centran en el movimiento de los ojos y la detección de rostros. Nuestro sistema va más allá».
Componentes
El sistema ideado por el equipo UPV-UGR consta de una placa electrónica que actúa como unidad central de procesamiento, dos sensores de presión ubicados en el volante y otros dos que miden la temperatura del conductor -en ambos casos, por duplicado para monitorizar las dos manos-, un sensor de luz en el reposacabezas que alertaría de posibles cabezadas al conducir, y el dispositivo (zumbador) que genera la alarma acústica en caso de detectar un estado de fatiga o distracción del conductor.
Todo ello se completa con un sensor de choque que detecta colisiones o un frenado repentino, y un pulsador colocado en el volante que sirve para resetear el sistema, como señala Sandra Sendra (UGR): «Después de generar una alarma, el conductor tiene que deshabilitarla presionando el botón».
Modo de funcionamiento
Los sensores están conectados a la placa electrónica central, que recibe datos de los mismos cada segundo y los procesa y analiza mediante un algoritmo para comprobar si los valores recogidos permanecen dentro de los umbrales considerados normales o seguros.
Cuando cualquiera de estos sensores supera los citados umbrales, el algoritmo trata de definir si se trata de una falsa alarma o si los sensores han registrado una posible situación de fatiga o distracción del conductor del vehículo. En este último caso, se activa la señal acústica que sirve de alerta al conductor.
Cabe indicar también que todos los registros quedan almacenados en una tarjeta micro-SD para una posible tarea de post-procesado, en caso de accidentes o estudios futuros.
Trabajan para incorporar al sistema un receptor GPS que recoja la posición del vehículo
El sistema, presentado en la 1st EAI International Conference on Future Intelligent Vehicular Technologies celebrada el pasado mes de septiembre en Portugal, fue galardonado como mejor artículo de la conferencia.
Actualmente, los investigadores trabajan para incorporar un pequeño receptor GPS que recoja la posición del vehículo y un módulo de tecnología inalámbrica que permita conectar el sistema con los smartphones de los conductores, de modo que en, en último término, el sistema sea capaz de generar una llamada de emergencia.