Entrevista a Olympia Mozo, Experta en Equipos Directivos en ámbitos educativos, “si no se sabe obedecer tampoco se sabe mandar”

“Pensar en los demás antes que en uno mismo”, es para Olympia Mozo Seoane, un valor añadido fundamental para el trabajo en equipo, cuestión que ocupa el eje de atención en su próxima conferencia, que será el 11 de marzo en el Palacio de Colomina de Valencia y que lleva como título “Liderazgo y trabajo en equipo en la escuela”, charla con la que quiere motivar y emocionar a los alumnos del Máster de Gestión y Dirección de Centros Educativos que imparte la Universidad CEU Cardenal Herrera en colaboración con Unimel Educación.

Olympia Mozo Seoane, Doctora en Filosofía, Experta en Dirección de Equipos Directivos en el ámbito educativo y Asesora de la Plataforma “Mejora tu Escuela Pública” ofrece una nueva visión del “directivo” actual que se pone al frente de un centro educativo. Para ella un líder tiene que ir por delante y debe liderar “desde dentro del equipo” y no fuera de éste.

Olympia Mozo, Doctora en Filosofía

Conferencia Olympia Mozo sobre liderazgo y trabajo en equipo en la escuela.

P: ¿Cómo se consigue desde bien temprano, en la escuela, a liderar, influir  y motivar equipos de trabajo?

R: Se puede conseguir, en primer lugar, con el ejemplo. El alumno “bebe” de lo que ve en sus educadores, padres y profesores. Si ve que en su escuela, instituto o colegio se trabaja en equipo eso va calando en su mentalidad y forjando su personalidad en ese sentido. En segundo lugar, en la medida en que en cada materia y según los contenidos se utiliza la técnica de trabajar en equipo, el alumno la va incorporando a su quehacer. Y en tercer lugar, a partir de una cierta edad, 13-14 años, mediante los Consejos de Curso, un grupo de alumnos elegidos por sus compañeros, como “brazos largos” del tutor de grupo, ayudan a dirigir el equipo, gestionar las cuestiones que se presenten en el día a día, detectar los casos de acoso, seguir el rendimiento académico de sus compañeros etc. son una auténtica forja de líderes, base del auténtico trabajo en equipo.

P: ¿Qué mensaje deseas transmitir en tu conferencia “Liderazgo y trabajo en equipo en la escuela”?

R: En síntesis, lo que me gustaría en mi intervención es ayudar a pensar sobre tres aspectos básicos en la escuela: liderazgo, comunicación y trabajo en equipo. El liderazgo es la base; el “puente” es la comunicación (atención, empatía, saber escuchar) y la lógica conclusión de un  liderazgo entendido y vivido es el trabajo en equipo, que es mucho más que reunirse, es delegar, es fiarse, es poner a cada uno en el lugar que pueda triunfar de acuerdo con sus aptitudes y actitudes.

P: Para ti, ¿Quién es un líder y qué hace un líder?

R: Hay una descripción de líder que a mí me gusta especialmente: “Un líder aúna libertades en torno a proyectos”; otra: “Un líder ve donde otros no ven: personas, situaciones, cosas…”. Un líder es la “suma” de intentar ser buena persona y buen profesional; una unidad intrínseca; humilde, firme, íntegro, coherente, magnánimo… Y una persona que trabaja bien; un amante del trabajo bien hecho. ¿Qué hace un líder? Pues va por delante; trata de ser ejemplar, es empático, se pone en el lugar del otro y muy importante, sabe escuchar. Sabe ilusionar, se adelanta; lidera desde dentro del equipo; sabe compaginar las potestas, el poder, con la autoridad, el prestigio adquirido día a día y minuto a minuto; no miente; Sus obras no desmienten sus palabras.

P: ¿Por qué es tan importante que los niños en la escuela trabajen en equipo y pongan en común sus conocimientos?

R: Es importante porque aprenden a ser generosos, a ayudar al otro; pensar junto con otros; aprender de los demás; saber ser uno más en el grupo…

P: ¿Qué valores y enseñanzas pueden obtener de esta práctica para un futuro?

R: Un valor añadido fundamental: pensar en los demás antes que en uno mismo; darse a los demás; “estar ahí” siempre para ayudar, querer, exigir. Enseñar y aprender. Saber mandar y saber obedecer; en mi opinión y experiencia, si no se sabe obedecer tampoco se sabe mandar. Comprometerse en la familia, en la empresa, en la sociedad.

P: ¿Cómo fomentar emociones y motivaciones para un trabajo de equipo más eficaz?

R: A los alumnos hay que ayudarles a saber “manejar” la cabeza y el corazón; equilibrar las dos cosas; ni solamente las emociones y los sentimientos, que fluctúan y son cambiantes, ni sola la cabeza que es fría y distante; ayudarles a pensar y a querer; cariño y exigencia; para mí esas son las dos claves de la educación; saber querer y saber exigir; ante esto, los alumnos responden y se motivan siempre. Si un profesor no sabe querer y no sabe exigir yo le pediría que se dedicase a otro oficio o que aprendiese éste. Nos jugamos mucho en ello: el futuro de la sociedad.

P: Muchos centros y colegios se refieren a éstos como empresas, pero esto convertiría a sus propios alumnos en productos, ¿qué le parece que una escuela sea considerada como una empresa?

R: De entrada no me gusta esta terminología; si no se explica: claro que un colegio es una empresa, en el sentido de una organización; pero es una empresa EDUCATIVA donde el producto es algo intangible; una persona, y por lo tanto difícilmente medible. Aquí el cliente no siempre tiene la razón; hay que saber moldearlo; saber sacar lo mejor de cada uno, ver qué talento tiene dentro y todo esto, aunque cuesta mucho, no se puede pagar totalmente con dinero. No hay dinero en el mundo que pague lo que hace un buen educador.

P: En la misma línea, ¿Qué diferencia hay entre dirigir una empresa o un centro educativo?

R: Según algún estudio que se ha hecho, un hospital es la empresa más difícil de dirigir; en segundo lugar, estaría un colegio. En otro sentido se puede equiparar empresa y centro educativo: en el sentido de que son organizaciones inteligentes constituidas por personas. Y el núcleo está en la dirección de personas; dirigir es dirigir personas; se dirigen las personas y se gestionan las cosas. Pero la empresa educativa “vende”, como he dicho antes, “intangibles”; por eso es necesario plantear muy bien qué personas acceden a la educación; qué personas pueden ser educadores, auténticos educadores que tienen en sus manos el futuro de la sociedad. Ahí tenemos un reto. Ojalá los políticos que se están planteando el posible pacto educativo vean claro que la clave de un centro educativo son los profesores y la “llave” que puede mejorar esa clave son los Equipos Directivos; acceso a la educación y acceso a la dirección de centros educativos, dos grandes retos que tenemos por delante.

 

Educacion.press

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